Partes y autonomía de una bicicleta eléctrica o e-bike

Las bicicletas eléctricas o e-bikes han ganado popularidad en los últimos años como una alternativa para la movilidad en las ciudades, pero también para poder realizar cicloturismo o rutas de montaña.
Su diseño y rendimiento han evolucionado mucho en los últimos años, lo que ha permitido que los ciclistas no profesionales puedan hacer grandes distancias y ascender por terrenos empinados sin un esfuerzo físico excesivo.

Por ello, en este artículo te explicaremos las partes de una bicicleta eléctrica necesarias para obtener estas ventajas, así como la autonomía de la misma. También te contaremos por qué ha sido tan importante y llamativa la evolución del diseño en los últimos años y cuál es el futuro de este tipo de vehículos.

Partes de una bicicleta eléctrica

Para poder entender el funcionamiento de una e-bike y su capacidad para ayudarnos en el pedaleo, es importante conocer sus componentes principales. Algunos de estos componentes son comunes a cualquier bicicleta y otros son específicos de las bicicletas eléctricas. A continuación, te explicamos los componentes que solo están presentes en las bicicletas eléctricas y no en las convencionales.

Motor


El motor en una bicicleta eléctrica es uno de los componentes principales, porque es el encargado de crear la fuerza de ayuda para el pedaleo. Pero algo que quizás no sabías es que hay dos tipos de motores según su ubicación en la bicicleta.
Puede ubicarse en la rueda delantera o trasera. Este tipo de motor es más habitual en e-bikes urbanas. Son motores sencillos y, por ello, suelen ser menos costosos.
El motor también puede estar ubicado en el centro de la bicicleta, cerca de los pedales. Este es el tipo de motor más popular en e-bikes de alta gama. Como mejora respecto a los que están en las ruedas, permite una distribución equilibrada del peso y una mejor eficiencia en terrenos irregulares.

Otra variación de los motores es la potencia. En Europa, la normativa limita la potencia de las e-bikes a 250 vatios, por lo cual no encontrarás bicicletas eléctricas con una potencia superior, aunque sí inferior.

Batería


La batería es otro de los componentes más importantes de una bici eléctrica, puesto que es su fuente de energía para el motor. Actualmente, las baterías más utilizadas son de litio por su ligereza, durabilidad y capacidad de almacenamiento.
También hay diferentes tipos de baterías en las bicicletas. Una de las variaciones es la capacidad de la batería, la cual determina la autonomía de la bicicleta.
Una batería de entre 400 y 600 Wh suele ser suficiente para una autonomía de entre 50 y 100 kilómetros, dependiendo del nivel de asistencia requerido y las condiciones del terreno.
Otra diferencia es la ubicación de la batería. Algunas baterías están integradas en el cuadro de la bicicleta y otras montadas en la barra inferior.

Sensor de pedaleo


Este sensor es otro de los principales componentes de una bicicleta eléctrica, aunque mucho menos conocido que la batería o el motor. Este sensor detecta la cadencia o fuerza con la que el ciclista pedalea y envía esta información al motor para ajustar el nivel de potencia en tiempo real.
Hay varios tipos de sensores, dependiendo de si solo miden si el ciclista está pedaleando (sensor de cadencia), o si miden el par (la fuerza que hace el ciclista en los pedales).

Controlador o unidad de control


Este componente es imprescindible, puesto que regula la cantidad de energía que la batería envía al motor en función de la información recibida del sensor de pedaleo. Este dispositivo es clave para lograr una transición suave entre los niveles de asistencia y optimizar la eficiencia energética de la e-bike.

Panel de control o display


Está ubicado en el manillar. Aquí se muestra al ciclista información importante, como el nivel de batería, la velocidad, la distancia recorrida y el nivel de asistencia seleccionado.

Cargador


Al tener batería, es necesario contar con un cargador. La mayoría de las baterías de e-bike tardan entre 3 y 6 horas en cargarse completamente, dependiendo de la capacidad de la batería y del tipo de cargador.

Una vez vistas todas estas partes que solo están presentes en las bicicletas eléctricas, vamos a hablar acerca de la evolución del diseño que han tenido en los últimos años.

Evolución en el diseño de las E-Bikes

Desde que se fabricó la primera bicicleta eléctrica en Francia en el 1895 con un motor eléctrico montado en la rueda trasera de una bicicleta, ha habido numerosos cambios de diseño y componentes. Por ejemplo, esa primera bicicleta tenía un motor de corriente continua de 100 amperios y una batería no recargable de plomo. Actualmente se utilizan motores de hasta 250W y baterías de litio con una capacidad de entre 400 y 750 Wh. Pero además de estos cambios, ha habido otros muchos cambios como los siguientes:

Mejora en la integración de componentes

Las primeras e-bikes tenían un aspecto pesado y poco estético. Tenían la batería y el motor sobresaliendo y añadiendo mucho peso a la estructura.
Sin embargo, los fabricantes actuales han integrado la batería y el motor de manera que se asemejan cada vez más a una bicicleta convencional. Mucho más ligeras y aerodinámicas.

Uso de materiales más ligeros y resistentes

Como hemos dicho, ha habido un gran desarrollo de materiales. Actualmente se utilizan materiales como el aluminio y la fibra de carbono. Gracias a estos materiales, los cuadros son más resistentes, ligeros (así se mejora el manejo, el transporte y la autonomía), con mayor durabilidad y soportan mejor los impactos.

Estilo personalizado y opciones para todos

En la actualidad, hay e-bikes de todos los tipos y estilos. Hay modelos urbanos y bicicletas de montaña con suspensión completa. Esto permite a los usuarios de todas las edades escoger una e-bike que se adapte a su estilo y necesidades.

Uno de los puntos que ha tenido mayor mejora es la autonomía en las bicicletas eléctricas, por eso a continuación te explicamos la evolución de la autonomía y cuál es la autonomía actual.

Evolución en la autonomía de las bicicletas eléctricas y cuál es la actual

Como hemos dicho, gracias a los avances tecnológicos, la autonomía o distancia que una e-bike puede recorrer con una carga completa de batería es uno de los factores que ha experimentado una evolución significativa en los últimos años. Esto ha sido gracias a varios factores, como el aumento de la capacidad de la batería. Actualmente hay baterías de alta capacidad; se ha pasado de 200 Wh a 600 Wh. También han aparecido los modos de asistencia inteligente: estos ajustan la potencia del motor en función del terreno y la velocidad. Por último, los cargadores de carga rápida han reducido significativamente el tiempo de espera para cargar las baterías (actualmente se puede cargar un 50-70% de la batería en solo una o dos horas). Además, algunas e-bikes incluyen opciones de autonomía extensible mediante baterías adicionales (se lleva una batería de repuesto y se cambia durante el recorrido).

Evolución en el diseño de las bicicletas eléctricas

Con todas estas innovaciones, vemos que las bicicletas eléctricas han cambiado mucho en los últimos años. Pero ¿hay todavía posibles cambios?

Futuro de las e-bikes: Innovaciones en autonomía y diseño

El futuro de las e-bikes promete aún más avances en diseño y autonomía, con innovaciones como las baterías de estado sólido (actualmente en fase de desarrollo), que podrían ofrecer mayor capacidad de almacenamiento, menor peso y una vida útil más larga. También los motores regenerativos: estos permitirían recargar la batería mediante el frenado regenerativo, aumentando así la autonomía. Por último, en el futuro tendrán una conectividad avanzada que analice en tiempo real la energía utilizada y optimice el rendimiento de la batería mediante algoritmos de inteligencia artificial.

Con todo lo visto, vemos que las bicicletas eléctricas son una de las opciones preferidas tanto para el transporte urbano como para el ocio y el turismo. Por ello, desde Grape Aventura las utilizamos para realizar rutas ciclo turísticas por La Rioja. Gracias a los modelos normales y BTTs que tenemos disponibles, podrás disfrutar de rutas largas y con desniveles sin una gran preparación física ni esfuerzo. Te esperamos para descubrir La Rioja Alta con Haro como punto de salida y vuelta.

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